EL SUTRA DEL LOTO

 

CAPÍTULO TRES - SÍMILES Y PARÁBOLAS

Traducido por: Irene Gil Rizo
Fuente: El Sutra del Loto de Burton Watson
y El Sutra del Loto de la Asociación Norteamericana
de Traductores de Textos Budistas.

 

En ese entonces, la mente de Shariputra bailaba en alegría plena. Luego, irremediablemente, se detuvo, juntó las palmas de sus manos, miró a Aquel Honrado por el Mundo con reverencia y dijo al Buda: “justo ahora, que he escuchado las palabras de Aquel Honrado por el Mundo, la voz de la ley, mi mente pareció bailar y logré obtener algo que no había logrado obtener nunca antes. ¿Por qué digo esto? Porque en el pasado, cuando escuchaba una Ley de esta clase ser transmitida por el Buda y miraba cómo los bodhisattvas recibían las profecías que a su debido tiempo les permitiría alcanzar la budeidad, yo y los demás sentíamos que no teníamos parte en el asunto. Nos sentíamos profundamente dolidos al pensar que nunca alcanzaríamos el inconmensurable discernimiento de El Que Así Acontece.

“Honrado por el Mundo, he vivido constantemente en la selva de la montaña o solitario bajo los árboles, algunas veces sentado, otras veces caminando por los alrededores, y siempre he pensado para mi mismo - Ya que yo y los otros parecidos a mí hemos penetrado en la naturaleza de la Ley, ¿por qué entonces El que Así Acontece utiliza la Ley del vehículo inferior para traer hacia nosotros la salvación?”

“Sin embargo, la culpa nuestra es, mas no de Aquel Honrado por el Mundo. ¿Por qué digo esto? Si él hubiera estado dispuesto a esperar hasta que fuesen transmitidos los medios reales para lograr el alcance del anuttara-samyak-sambodhi, entonces nosotros, sin lugar a dudas, habríamos obtenido el alivio a través del Gran Vehículo. Pero no logramos comprender que el Buda estaba empleando medios hábiles y predicando lo que resultaba ser apropiado de acuerdo a las circunstancias. Así que, cuando escuchamos la Ley del Buda por vez primera, inmediatamente, creímos en ella y la aceptamos asumiendo que ya habíamos alcanzado la comprensión.”

“Honrado por el Mundo, durante mucho tiempo, en el transcurrir del día y a través de la noche, repetidamente me he atormentado a mi mismo con este pensamiento. Pero ahora, he escuchado del Buda lo que nunca antes había escuchado jamás, una Ley nunca antes conocida en el pasado, y ha logrado darle fin a todas mis dudas y remordimientos. Mi cuerpo y mi mente se han calmado y he logrado experimentar un maravilloso sentimiento de paz y seguridad. Hoy, por fin, comprendo que verdaderamente soy el hijo de Buda, nacido de su boca, a través de la conversión a la Ley, obteniendo lo que me corresponde de la Ley del Buda.”

En ese entonces, Shariputra, abrigando el deseo de aclarar su intención, una vez más, habló en forma de verso, diciendo:

Cuando escuché el sonido de ésta Ley,
Logre obtener lo que nunca antes jamás había logrado
Mi mente de alegría rebosó
Liberándome de los lazos de la red de las dudas
Desde tiempos remotos las enseñanzas del Buda he venido a recibir
Y nunca el Gran Vehiculo negado fue jamás.
El sonido del Buda raramente es escuchado,
Mas, del infortunio, a todos los seres vivientes es capaz de liberar.
A toda posible fuga de energía, he dado ya final.
Y mientras escucho esto, soy liberado del cuidado y del tormento.
Viví al pié de las montañas
O bajo los árboles del bosque
Unas veces sentado, caminando otras más
Sin dejar de pensar en este asunto nunca,
De que manera he llegado, con esta idea fija, severamente a mí mismo, a atormentar.

“¿Por qué habré sido engañando? Me pregunté.
Yo y los demás somos hijos de Buda también
Todos de la misma manera hemos penetrado en la Ley que no tiene defectos,
Sin embargo en los tiempos futuros nunca seremos capaces
Del camino insuperable, llegar a interpretar.
El cuerpo dorado, los treinta y dos aspectos,
Los diez poderes, las diversas emancipaciones—
Aunque todos de la misma manera compartimos una misma Ley,
¡Nunca nada de esto lograremos alcanzar!
Las Ochenta clases de maravillosas características,
Las dieciocho propiedades que no han sido compartidas—
Méritos tales como estos
Totalmente perdidos, para nosotros, están.

Mientras caminaba yo en la soledad,
Pude ver al Buda en medio de la Gran Asamblea,
Su reputación se extendía hacia las diez direcciones
Llevando beneficios a todo lo largo y ancho para todo ser viviente.
Y pensé en mi fuero interno, privado estoy de tales beneficios”
¡De que manera he sido engañado!
Constantemente, día y noche,
Siempre que reflexionaba sobre esto,
Sentía el deseo de preguntar a Aquel Honrado Por el Mundo.
Si es que había sido yo, sin duda, privado o no.
Sin cesar, mientras veía a Aquel Honrado por el Mundo
Predicar para los bodhisattvas
Durante el día y la noche,
Meditaba yo en lo mismo, una y otra vez.
Sin embargo ahora, mientras escucho la voz del Buda,
Veo que predica la ley de acuerdo con lo que resulta apropiado
Valiéndose de ésta doctrina sin defectos, difícil de concebir
Para así guiar a las personas hacia el lugar de la práctica.
Al principio, yo me apegué a erradas perspectivas,
Actuando como maestro de los Brahmanes.
Sin embargo, Aquel Honrado por el Mundo, conociendo lo que había en mi mente,
Arrancó las raíces de mis errores y predicó el nirvana.
Fui liberado de todos mis errores
Y logré obtener la comprensión de la Ley del Vacío.
En ese momento mi mente me dijo
Que había yo alcanzado el nivel de la extinción,
Pero ahora comprendo
Que aquello no era la verdadera extinción.
Si debiera llegar el momento en el que yo me convierta en Buda,
Poseeré entonces todos los treinta y dos aspectos
Y seres divinos y humanos, los muchos Yakshas,
Dragones, espíritus y demás me arroparán en reverencias
Cuando ese momento llegue, entonces podré decir
Que al fin, todo ha sido eliminado, no habrán quedado residuos,
En medio de la Gran Asamblea, el Buda
Ha declarado que yo habré de convertirme en Buda.
Cuando escuché el sonido de esta Ley
Mis dudas y remordimientos fueron todos eliminados.
Al principio, cuando escuché la enseñanza del buda,
Hubo en mi mente gran perplejidad y duda.
¿No será esto una maliciosa pretensión de ser El Buda,
Tratando de irritar y confundir mi mente? Esto pensé.
Pero El Buda empleó diversas causas,
Símiles y parábolas, interpretándolas elocuentemente.
Su mente era tan pacífica como el océano,
Y a medida que escuchaba, era yo liberado de la red de dudas.
El Buda dijo en eras remotas
Los incontables Budas que han pasado a la extinción
Yacieron y permanecieron en el corazón de los medios hábiles,
Y todos, de la misma manera, predicaron esta Ley.
Los Budas del presente y del futuro,
Cuya cantidad va más allá del alcance de cualquier cálculo,
También ellos se valdrán de los medios hábiles
Al exponer ésta misma Ley.
Sin embargo, el actual Aquel Honrado por el Mundo
Habiendo nacido y luego habiendo abandonado a su familia,
Habiendo alcanzado el camino y luego habiendo hecho girar el timón de la ley,
De la misma manera, se ha valido del empleo de los medios hábiles
para transmitir sus enseñanzas.
Aquel Honrado por el Mundo transmite la enseñanza del camino verdadero.
Papiyas no haría eso.
Por lo tanto, tengo la seguridad
De que esto no es una maliciosa pretensión de ser El Buda.
Pero como caí en la red de dudas
Supuse que esto podía ser obra del tentador.
Ahora escucho el sonido amable y gentil del Buda,
Profundo, de largo alcance, sutil y maravilloso,
Exponiendo y disertando acerca de la Ley pura,
Y mi mente se llena de regocijo.
Mis dudas y remordimientos terminaron para siempre,
Yaceré y permaneceré en la sabiduría verdadera
Seguro estoy de que me convertiré en un Buda,
Reverenciado por seres divinos y humanos,
Haciendo girar el timón del la Ley insuperable
Transmitiendo enseñanzas y convirtiendo a bodhisattvas.

En ese momento el Buda dijo a Shariputra, “Ahora, en medio de esta gran asamblea de seres divinos y humanos, de shramanas, Brahmanes y demás, te digo esto. En el pasado, en la forma de veinte mil millones de Budas, por el bien del camino insuperable, he estado transmitiéndote enseñanzas y convirtiéndote, incesantemente. Y tú, durante la larga noche me has seguido y has aceptado mis instrucciones. Ahora, y porque quiero que traigas a colación a tu mente el camino que te comprometiste a seguir, por el bien de los que se dedican a escuchar la voz, transmito las enseñanzas de este Sutra del Gran Vehiculo llamado el Loto de la maravillosa Ley, una ley para instruir a los bodhisattvas, que permanece resguardada y siempre presente en la mente de los Budas.

“Shariputra, en las eras que vendrán, después de que incontables y vastos inconcebibles números de kalpas hayan pasado, tú harás ofrendas a unos miles, diez miles de millones de Budas y honrarás y defenderás la Ley correcta. Tú lograrás llevar a cabo satisfactoriamente cada uno de los aspectos del camino del bodhisattva y lograrás convertirte en un Buda que llevará el nombre de Flor Brillante Así Acontece, merecedor de ofrendas, de conocimientos correctos y universales, de perfecta claridad y conducta, correctamente ausente, comprendiendo el mundo, insuperablemente valioso, educador de personas, maestro de seres divinos y humanos, Buda, El Honrado por el Mundo.

“Tu reino será llamado Libre de Máculas, la tierra nivelada y lisa, pura y hermosamente adornada, pacífica, generosa y feliz. Seres divinos y humanos prosperarán allí. El suelo será de lapislazuli, las carreteras se entrecruzarán en ocho direcciones y cordones de oro marcarán sus fronteras. A los lados de cada carretera crecerán siete filas de árboles de diamantes y otras piedras preciosas, los cuales estarán constantemente floreciendo y dando frutos. Y éste, Flor Brillante Así Acontece, empleará los tres vehículos para enseñar y convertir a los seres vivientes.”

“Shariputra, cuando éste Buda aparezca, aunque no será en una era maléfica, debido a su juramento original, transmitirá la ley a través de los tres vehículos. Su kalpa será llamado Gran Adorno del Tesoro. ¿Porqué será llamado éste kalpa Gran Adorno del Tesoro? Será así porque en esa tierra los bodhisattvas serán vistos como un gran tesoro. Aquellos bodhisattvas serán incontables, ilimitados, en cantidades inconcebibles, más allá del alcance de lo descifrable o de símiles y parábolas. Sin el poder de la sabiduría del Buda no se puede llegar a comprender cuantos son… Cada vez que estos bodhisattvas caminen por donde deseen hacerlo, flores de diamantes y de piedras preciosas crecerán a sus pies.”

“Estos bodhisattvas no sólo habrán concebido el deseo de la iluminación, sino que además todos habrán pasado largos períodos plantando las raíces de la virtud. Bajo la instrucción de incontables cientos, miles, diez miles, millones de Budas, habrán llevado a cabo las prácticas de Brama de una manera impecable, y habrán sido perpetuamente alabados por los Budas. Sin detenerse jamás habrán cultivado la sabiduría del Buda, adquiriendo extraordinarios poderes trascendentales, comprendiendo perfectamente los accesos hacia todas las doctrinas. Serán de carácter decidido y correcto, sin dualidades, firmes en intención y pensamiento. Bodhisattvas como éstos emergerán en esta tierra.”

“Shariputra, el lapso de vida del Buda Flor Brillante será de doce pequeños kalpas, sin contar el tiempo en el que es un príncipe, antes de convertirse en un Buda. La gente de su tierra tendrá un lapso de vida de ocho pequeños kalpas. Cuando Flor Brillante Así Acontece haya vivido durante doce pequeños kalpas, predecirá que el bodhisattva Firmeza Absoluta será el próximo en convertirse en Buda. Su nombre pasará a ser Pies de Flores Caminando a Salvo, tathagata,arhat, samyak-sambuddha. Su tierra de Buda será como la mía".

“Shariputra, una vez que el Buda Flor Brillante haya pasado a la extinción, la era de la Ley Correcta durará treinta y dos pequeños kalpas, y la era de la Ley Falsa durará otros treinta y dos pequeños kalpas.”

En ese momento El Honrado por el Mundo, deseando hacer más clara su intención, una vez más, habló en verso, diciendo:

Shariputra, en eras que están por venir
Tú te convertirás en Buda, venerable, de sabiduría universal,
Llevando el nombre Flor Brillante,
Salvaras a incontables multitudes.
Harás ofrendas a incontables Budas,
Dotado de todas las prácticas bodhisattvas,
Los diez poderes y otras bendiciones,
Y comprenderás el camino insuperable.
Luego de que incontables kalpas hayan pasado,
Tu kalpa será llamado Gran Adorno del Tesoro.
Tu mundo será llamado Libre de Mácula,
Puro, sin defecto y sin envilecimiento.
Su suelo será hecho de lapislazuli,
Sus carreteras limitadas por sogas de oro,
Y siete filas de árboles de diamantes y de piedras preciosas
En un tumulto de colores
Constantemente florecerán y darán frutos.
Los bodhisattvas de ese reino
Serán siempre firmes en pensamiento e intención.
De poderes trascendentales y paramitas
Cada uno de estos será dotado,
Y bajo la instrucción de innumerables Budas
Estudiarán con disciplina el camino del bodhisattva.
Y así, estos hombres extraordinarios…
Serán convertidos por el Buda Flor Brillante
Cuando aquel Buda haya sido todavía un príncipe,
Desprendido se ha de su país, abandonando la gloria mundana,
Y en su última encarnación
Dejó tras de sí a su familia y alcanzó al fin la budeidad.
Flor Brillante continuará en el mundo
Por un lapso de tiempo de vida de doce pequeños kalpas.
La numerosa cantidad de gente que habita su reino
Vivirá por un lapso de ocho pequeños kalpas,
Una vez que el Buda haya pasado al estado de extinción,
La Ley Correcta seguirá existiendo en el mundo
Durante treinta y dos pequeños kalpas
Cuando la Ley Correcta haya desaparecido,
La Ley Falsa existirá por treinta y dos kalpas,
Las reliquias de Buda circularán por todas partes:
Seres divinos y humanos de todas partes le harán ofrendas.
Las acciones del Buda Flor Brillante
Serán tal como lo he dicho.
Este, el más venerable y santo de todos los seres bípedos,
Será el más destacado de todos y no tendrá igual.
Y no será otro que tú—
¡Debes regocijarte y considerarte afortunado!

En ese momento, cuando los cuatro tipos de creyentes, específicamente los monjes, monjas, laicos y laicas, y todos los seres divinos, dragones, yakshas, gandharvas, asuras, garudas, kimnaras, amoragas, y otros también presentes en la gran asamblea vieron como Shariputra recibió del Buda la profecía de que él alcanzaría el estado de anuttara-samyak-sambodhi, sus corazones se hincharon de alegría en una danza sin fin. Cada uno se quitó la vestidura que llevaba puesta y la presentó como una ofrenda para el Buda. Shakra Devanam Indra, El Rey Brahma, y los incontables hijos, de la misma manera, se despojaron de sus maravillosas vestiduras, de sus celestiales flores de mandaravas y flores de mandaravas extraordinarias, para ofrecerlas al Buda. Las vestiduras celestiales de las que se habían despojado se mantenían en el aire suspendidas girando sobre sí mismas. Seres celestiales hacían música, cientos, miles, diez miles de seres diferentes y melodías distintas, todos a un mismo ritmo harmónico en medio del aire, dejando caer lluvias de flores celestiales y repitiendo estas palabras: “En el pasado, en Varanasi, el Buda hizo girar por vez primera el timón de la Ley. Ahora lo vuelve a hacer, el timón de la insuperable, la más grandiosa de todas las Leyes”.

En ese momento los hijos de los dioses, deseando aclarar su intención una vez más, hablaron en verso, diciendo:

En Varanasi, en el pasado
Hiciste girar el timón de la Ley de las cuatro nobles verdades,
Haciendo distinciones, transmitiendo las enseñanzas de que todas las cosas
Nacen y pasan a la extinción, conformadas por los cinco elementos.
Ahora haces girar el timón de la más maravillosa,
De la grandiosa Ley insuperable.
Esta Ley que es muy profunda e insondable;
Sólo unos cuantos logran en ella creer.
Desde tiempos remotos con regularidad hemos escuchado
Las enseñanzas transmitidas por El Honrado por el Mundo,
Pero nunca hemos escuchado esta clase de Ley,
profunda, maravillosa y Superior a todas.
Desde que El Honrado por el Mundo transmite esta Ley,
Nosotros todos la aceptamos con regocijo.

Shariputra, con su gran sabiduría
Ha recibido ahora ésta venerable profecía.
Nosotros también, de la misma manera
Seremos sin duda capaces de alcanzar la budeidad,
A través de todos los mundos
El más venerable, el propósito insuperable.

El camino del Buda es difícil de sondear,
Pero tú transmitirás las enseñanzas valiéndote de los medios hábiles,
De acuerdo a lo apropiado.
Las acciones meritorias que hemos llevado a cabo
En esta existencia así como en existencias pasadas,
Y las bendiciones obtenidas a causa de haber visto al Buda—
Todas éstas serán aplicables al camino del Buda.

Entonces Shariputra dijo al Buda: “Aquel Honrado por el Mundo, ya no tengo dudas ni remordimientos. En persona, he recibido del Buda ésta profecía de que obtendré el estado de anuttara-samyak-sambodhi. Éstas mil doscientas personas, aquí presentes, y cuyas mentes son libres, permanecieron en el pasado en un nivel de aprendices, y el Buda constantemente los instruyó y los transformó, diciéndoles: ´Mi Ley puede liberarlos del nacimiento, de la vejez, de la enfermedad y de la muerte, y permitirles finalmente alcanzar el Nirvana.´ Estas personas, de las cuales algunos todavía eran aprendices y otros habían completado su aprendizaje, creían en esto, porque él había impartido su perspectiva del ´ser´, y también su perspectiva acerca de la existencia y de la no existencia. Él había alcanzado el nirvana. Sin embargo, ahora, escuchaban de Aquel Honrado por el Mundo lo que no habían escuchado jamás, y todos caían en la duda y en la perplejidad.

“Muy bien, Aquel Honrado por el Mundo. Te ruego, en nombre de las cuatro clases de creyentes, que expliques las causas y condiciones y hagas que sea posible para ellos despojarse de sus dudas y de sus resentimientos.”

En aquel momento el Buda dijo a Shariputra, “¡No te dije acaso al principio que cuando los Budas, Los Honrados por el Mundo, citan varias causas y condiciones y utilizan símiles y parábolas y otras expresiones, empleando los medios hábiles para transmitir la Ley, es por la causa de anuttara-samyak-sambodhi? Lo que quiera que sea transmitido es con la intención de convertir a los bodhisattvas”.

“Por otra parte, Shariputra, también yo haré ahora uso de símiles y parábolas para aclarar en el futuro esta doctrina. Ya que a través de los símiles y las parábolas aquellos que son sabios pueden lograr comprensión.”

“Shariputra, supón que exisitiera un pueblo en algún país donde viviera un hombre muy rico. Y que este hombre tuviera muchos años de vida y su salud fuera más que perfecta. Que tuviera muchas hectáreas de terreno, casas y sirvientes. Que su casa fuera como un laberinto muy grande, pero que tuviera sólo una puerta. Que un gran número de personas, cien, doscientas, quizás hasta quinientas, vivieran en esa casa. Que los pasillos y habitaciones fueran viejos y decadentes, con las paredes desmoronadas, con las bases de las columnas rotas, con las vigas torcidas y atravesadas".

“Que en ese entonces un fuego repentino comenzara a arder por todos lados, esparciéndose hacia todos los cuartos de la casa. Que los hijos del hombre rico, diez, veinte, o tal ves unos treinta, estuvieran dentro de la casa. Que cuando el hombre rico viera aquellas llamas ardiendo por encima de la casa, por todos lados, se alarmara terriblemente y asustado pensara - puedo escapar sin peligro por la puerta de emergencia para casos de incendios, pero mis hijos están dentro de la casa ardiendo en llamas entretenidos, jugando juegos, distraídos, sin sospechar, sin alarmarse y sin temer al peligro. El fuego los está cercando, el sufrimiento y el dolor los acosa; sin embargo, sus mentes carecen de sentido de cualquier cosa que sea desagradable, o de peligro alguno, y por ello no consideran la idea de tratar de escapar!

“Shariputra, este hombre rico pensaría lo siguiente, tengo la fortaleza en mi cuerpo y en mis brazos. Puedo cubrirlos en una manta o colocarlos en un banquillo largo y sacarlos de la casa. Y, entonces, nuevamente pensaría - la casa sólo tiene una puerta, y más que eso, dicha puerta es pequeña y estrecha".

Mis hijos son muy jóvenes, no entienden, aman sus juegos, viven tan absortos en ellos mismos que serían presas fáciles de las llamas. Debo explicarles el motivo de mi alarma y de mi temor. La casa aún se encuentra en llamas y debo encontrar la manera de sacarlos de allí rápidamente para que no mueran quemados por el fuego!

“Habiendo pensado esto así, siguió su plan y llamó a todos los hijos, diciéndoles, “Ustedes deben salir todos de aquí, lo más pronto posible. Sin embargo, aunque el padre conmovido por la pena utilizara las palabras adecuadas en las instrucciones que ofrecía a sus hijos, éstos estaban demasiado absortos en sus juegos y poco dispuestos para hacerles ningún caso. No se alarmaban, no tenían temores, y por ende no tenían interés alguno en salir de la casa. Además, ellos no tenían idea de lo que era el fuego, de lo que era la casa, y de lo que era el peligro. Simplemente competían sobre esto o aquello en sus juegos y miraban a su padre sin hacerle ningún caso.”

“Entonces el hombre rico tendría este pensamiento: la casa ya está ardiendo en las llamas de este enorme incendio. Si yo y mis hijos no logramos salir rápidamente, obviamente, moriremos quemados. Debo ahora mismo inventar algún medio hábil que haga posible el hecho de que los chicos logren escapar del peligro.”

“El padre conocía ya a sus hijos y sabía los diferentes juguetes y objetos curiosos que cada uno de los chicos acostumbraba a elegir y qué cosas los deleitaban. Así que les dijo - Los tipos de juguetes que ustedes prefieren son raros y difíciles de encontrar. Si no los toman cuando tengan la oportunidad de hacerlo, con seguridad se arrepentirán luego. Por ejemplo, cosas como éstas, carros-cabras, carros-ciervos, y carros bueyes, se encuentran afuera de la casa ahora, al otro lado de la puerta, dónde ustedes pueden jugar con ellos. Así que tienen que salir de esta casa en llamas inmediatamente. Entonces, todo lo que ustedes deseen tener, yo se los concederé.”

“En ese entonces, cuando los hijos escucharon a su padre hablarles acerca de estos juguetes extraños, por el hecho de que éstas eran cosas que ellos habían querido, cada uno se sintió fortalecido de corazón y, entre empujones y jalones, fueron todos saliendo en estrepitoso azar, fuera de la casa en llamas.”

“Entonces el hombre rico, viendo que sus hijos habían logrado salir de la casa sin contratiempos y que todos estaban sentados al aire libre en la encrucijada, fuera ya del peligro, se sintió enormemente aliviado y su mente danzó de alegría. En ese momento cada uno de los hijos se dirigió a su padre, “los juguetes que nos prometiste antes, los carros-cabras, carros-ciervos, y carros bueyes, por favor, concédenoslos ahora!”

“Shariputra, en ese momento el hombre rico otorgó a cada uno de sus hijos un enorme carruaje de tamaño y de calidad uniforme. Los carruajes eran altos y espaciosos, adornados con joyas. Una barandilla los rodeaba por completo y colgaban campanillas por todos lados. Un dosel se tendía sobre el techo, éste era decorado con joyas preciosas de distintas variedades. Cintas de oro se entretejían alrededor, flecos de flores colgaban, y capas de cojines repartidos en el interior, sobre los cuales se habían colocado almohadas de bermellón. Cada carruaje iba arrastrado por un buey blanco, puro y de cuero limpio, de buen aspecto y gran fortaleza, capaz de halar el carruaje suavemente a un paso apropiado, tan veloz como el viento. Además, habían muchos mozos y sirvientes dispuestos a atender y cuidar del carruaje.”

¿Cuál era la razón para todo esto? La fortuna de este hombre rico no tenía limites y tenía muchas clases de almacenes llenos y desbordantes. Y pensó en su fuero interno - `No existe fin para mis pertenencias. No sería correcto que les diera a mis hijos carruajes pequeños de fabricación de baja calidad. Estos chicos son todos hijos míos y los amo a todos sin parcialidad. Tengo incontables números de enormes carruajes adornados con siete clases distintas de gemas. Debo ser justo en mi manera de pensar y darle uno a cada uno de mis hijos. No debo discriminar. ¿Por qué? Porque aún cuando yo decidiera distribuir estas riquezas mías a cada persona en todo el país, no podría, aún así, gastar todo lo que tengo, mucho menos podría gastarlo dándoselo a mis hijos.”

“En ese momento cada uno de los hijos montó en su enorme carruaje, obteniendo algo que no habían obtenido antes, algo que originalmente no habían esperado. Shariputra, ¿que piensas de todo esto? Cuando este hombre rico imparcialmente otorgó a cada uno de sus hijos estos inmensos carruajes adornados con joyas extrañas, ¿era éste culpable de alguna falsedad, o no?”

Shariputra dijo, “No, Aquel Honrado por el Mundo. Este hombre rico simplemente hizo posible el escape de sus hijos de las llamas del incendio y preservó sus vidas, no cometió falsedad alguna. ¿Por qué digo esto? Porque si hubieran estado en la capacidad de preservar sus vidas, entonces habrían estado dispuestos a obtener juguetes de todo tipo. ¡Y cuanto más aún cuando, a través de medios hábiles, fueron rescatados de esa casa en llamas! Aquel Honrado por el Mundo, aún cuando el hombre rico no les hubiese otorgado el más diminuto carruaje, aún así no sería culpable de falsedad alguna. ¿Por qué? Porque este hombre rico había reflexionado con anterioridad acerca de utilizar medios hábiles para lograr que sus hijos escaparan. Utilizar una estratagema de esta categoría no es un acto de falsedad. Cuanto menos, entonces, cuando el hombre rico sabiendo que su fortuna era ilimitada, intentó enriquecer y beneficiar a sus hijos dándoles, a cada uno, un inmenso carruaje.”

El Buda dijo a Shariputra, “Muy bien, muy bien, es tal cual como lo han dicho sus palabras. Y Shariputra, El Que Así Acontece, ha dicho, es así. Es decir, es un padre para el mundo entero. Sus miedos, preocupaciones y ansiedades, ignorancia y malentendido, hace mucho que han llegado a un final, sin dejar rastros. Él ha llegado a una victoria absoluta adquiriendo introspección ilimitada, poder y libertad de temer, ganando extraordinarios poderes sobrenaturales y el poder de la sabiduría. El está dotado de medios hábiles y de la sabiduría paramita, su gran piedad y compasión son constantes e incansables: en todo momento él buscará lo que es bueno y traerá beneficios para todos.

"Él ha nacido en el mundo triple, una casa en llamas, podrida y vieja, para poder salvar a los seres vivientes de las llamas del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte; el sufrimiento de la preocupación, la estupidez, el mal entendido, y los tres venenos; para enseñarlos, transformarlos y permitirles la capacidad para alcanzar el estado de anuttara-samyak-sambodhi.”

“Él ve a los seres vivos quemados y consumidos por el nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte, por las preocupaciones y los sufrimientos, los ve atravesar muchas clases de dolores a causa de su avaricia, de su apego y de la lucha por la cual experimentan muchas penas en su existencia presente. Y luego renacen en el reino del infierno, o como bestias o espíritus hambrientos. Aún cuando renacieran en el reino de los seres humanos, siguen experimentando el dolor de la pobreza y el deseo, el dolor de la partida de los seres queridos, el dolor del encuentro con aquellos a quienes más detestan, todos estos muchos tipos diferentes de dolor.

“Sin embargo, los seres vivos ahogados en medio de estas circunstancias, se deleitan y se entretienen a sí mismos, ignorantes, inconscientes, sin la más mínima alarma de temor. No tienen sentido del odio o la aversión y por lo tanto no hacen ningún intento por escapar. En esta casa que arde en llamas, la cual es el mundo del mundo triple, se disputan del este al oeste, y aunque experimentan gran dolor, no dejan que este los aflija.”

“Shariputra, cuando El Buda presencia esto, piensa, entonces, en su fuero interno - soy el padre de todos los seres vivientes y debo recatarlos de sus sufrimientos y darles el placer de la intangible sabiduría ilimitada del Buda”.

“Shariputa, El que así acontece también tiene este pensamiento: si yo debiera sólo emplear poderes sobrenaturales y el poder de la sabiduría; si dejara a un lado los medios hábiles y por el bien de todos los seres vivientes debiera transmitir la esencia interior, el poder y la emancipación de todos los miedos, que posee El Que Así Acontece, entonces los seres vivos no lograrían estar a salvo. ¿Por qué? Porque estos seres vivientes no han escapado aún del nacimiento, de la vejez, de la enfermedad, de la muerte, de la preocupación y el sufrimiento: más siguen consumiéndose en las llamas del fuego de la casa incendiada que representa el mundo triple. ¿Cómo sería posible hacerles entender la sabiduría del Buda?"

“Shariputra, ese hombre rico, aunque tiene fuerza en sus brazos y en todo su cuerpo, nunca la utilizó. Simplemente empleó medios hábiles cautelosamente artificiales y así fue capaz de rescatar a sus hijos del peligro de la casa en llamas, y luego de ello les regaló a cada uno un carruaje inmenso adornado con las más extrañas piedras preciosas. Y El Que Así Acontece hace lo mismo. Aunque posee poder y es libre de todo temor, no hace uso de estos. Simplemente emplea la sabiduría y los medios hábiles para rescatar a los seres vivientes de la casa en llamas del mundo triple, exponiendo ante ellos los tres vehículos, el vehiculo del que escucha la voz, el de pratyekabuddha, y el de Buda."

“El Buda les habla, ¡no deberían contentarse con quedarse en la casa en llamas del mundo triple! ¡No codicien sus ordinarias y mezquinas formas, sonidos, aromas, sabores y sensaciones! Si se apegan a ellos y aprenden a amarlos, ¡se quemaran! Deben salir de éste mundo triple todos a la vez, de manera que puedan adquirir los tres vehículos, los vehículos del que escucha la voz, el pratyekabuddha y el Buda. Les prometo ahora mismo que los alcanzarán, y esa promesa jamás resultará falsa. Sólo tienen que armarse a sí mismos de esfuerzo diligente!”.

“El Que Así Acontece emplea estos medios hábiles como un señuelo para atraer a los seres vivientes a la acción. Y entonces les dice: “Deben comprender que éstas doctrinas de los tres vehículos son propagadas por las sagas. Son libres, sin enredos, nada queda más allá de lo que depender o buscar. Monten en estos tres vehículos, adquieran raíces sin fugas energéticas, adquieran poder, conciencia, el sendero, la meditación, emancipación, samadhis, y entonces disfruten de ustedes mismos. Obtendrán el beneficio del deleite de la paz y la seguridad inconmensurable.”

“Shariputra, si hay seres vivientes que sean internamente sabios por naturaleza, y quienes sirven al Buda, Aquel Honrado por el mundo, escuchan la Ley, la creen y la aceptan, y ponen su esfuerzo diligente, deseando escapar rápidamente del triple mundo y alcanzar el nirvana, ellos deberían ser llamados [aquellos que cabalgan] el vehículo del que escucha la voz.”

Son como aquellos hijos quienes dejaron la casa en llamas en su esperanza por adquirir los carruajes- cabras.

“Si existen seres vivientes que sirven al Buda, El Honrado por el Mundo, escuchan la Ley, la creen y la aceptan, y ponen todo su esfuerzo diligente, en su búsqueda de la sabiduría que proviene de uno mismo, tomando solitario deleite en el bien y en la tranquilidad, y profundamente comprendiendo las causas y condiciones de todos los fenómenos, ellos pueden ser llamados [aquellos que cabalgan] el vehículo del pratyekabuddha. Ellos son como los hijos que lograron salir de la casa en llamas en su esperanza por adquirir los carruajes-ciervos.”

“Si existen seres vivientes que sirven al Buda, El Honrado por el Mundo, escuchan la Ley, la creen y la aceptan, y ponen esfuerzo diligente, buscando la sabiduría comprensiva, la introspección del El Que Así Acontece, los poderes, y la emancipación de todo tipo de temores. Quien trae compasión y confort a incontables seres vivientes, trae beneficios a seres humanos y celestiales, y salva a todos, ellos deben ser llamados [aquellos que cabalgan] el Gran Vehículo. Porque los bodhisattvas buscan este vehículo, ellos son llamados mahasattvas. Ellos son como los hijos que dejaron la casa en llamas en su esperanza por adquirir los carros-bueyes.”

“Shariputra, ese hombre rico, viendo que sus hijos habían logrado salir a salvo de la casa en llamas y que ya no corrían peligro, recordando que su fortuna era inconmensurable, recompensó a cada uno con un Inmenso Carruaje. Y El que Así Acontece hace lo mismo, de la misma manera. Él es el padre de todos los seres vivientes. Cuando él ve los incontables miles de millones de seres vivientes a través de las compuertas de las enseñanzas de Buda, puede escapar de los dolores de el mundo triple, del miedo y el arriesgado camino y obtener el deleite del nirvana. El Que Así Acontece, para ese momento, tiene un pensamiento: “Poseo ilimitable, inconmensurable sabiduría, poder y ausencia absoluta de miedo, el almacén de la Ley de los Budas. Estos seres vivientes son todos mis hijos, daré los Grandiosos Vehículos a todos por igual de manera que ninguno obtenga, por sí mismo, la extinción, sino que todos lo hagan a través de la extinción de El Que Así Acontece.”

“Para todos aquellos seres vivientes que hayan escapado del mundo triple él ofrece entonces los maravillosos beneficios de la meditación, emancipación, y aún más, de los Budas. Todos estos son características uniformes en tipo, alabadas por las sagas, capaces de producir la pura, maravillosa y suprema delicia.”

“Shariputra, ese hombre rico utilizó primero tres tipos de carruajes para atraer a sus hijos, pero luego les dio sólo un inmenso carruaje adornado con piedras preciosas, el más seguro y cómodo de todos. A pesar de esto, el hombre rico no sentía en lo absoluto culpa o falsedad. El Que Así Acontece hace igual, y carece de falsedad. Primero, predica los tres vehículos para atraer y guiar a los seres vivientes, pero luego emplea el Gran Vehículo para salvarlos. ¿Porque? El Que Así Acontece posee inconmensurable sabiduría, poder, libertad de miedo, el almacén de la Ley. El es capaz de dar a todos los seres vivientes la Ley del Gran Vehículo. Pero no todos son capaces de recibirla.”

“Shariputra, por esta razón debes comprender que los Budas emplean el poder de los medios hábiles. Y porque ellos lo hacen, ellos hacen distinción en el único vehículo de Buda y lo transmiten como si fueran tres.”

El Buda, deseando dejar clara su intención una vez más,
habló en forma de verso, diciendo:

Supón que hay tres hombres ricos
Que tenían una inmensa casa
Esta casa era muy vieja,
Desmoronándose y destartalada,
Los pasillos, aunque nobles, en condiciones inhóspitas
Vigas y cabillas desconchadas y dobladas,
Cimientos y escalones desmenuzados.
Las paredes estaban agrietadas y ahuecadas
Ya se les había caído el enlucido.
El techo de paja en mal estado y algunas partes sin techo,
Las puntas de los aleros ya se habían desprendido
Las cercas que la rodeaban estaban torcidas o hundidas
El montón de basura apilado por todas partes.
Unas mil quinientas personas
Vivían en la casa.
Papagayos, búhos, halcones, águilas,
Cuervos, Urracas, palomas, pichones
Lagartijas, serpientes, víboras, escorpiones,
Ciempiés y milpiéces,
Tritónes y escarabajos de tierra,
Comadrejas, perros mapaches, ratones, ratas,
Una plaga de criaturas maléficas
Se refugiaban por aquí y por allá.
Lugares hediondos a excrementos
Se desbordaban en chorros de mugre y porquerías
Donde escarabajos de estiércol y otras criaturas rondaban.
Zorros, Lobos y chacales
Solían roer y pisotear sobre la mugre
O destrozaban cadáveres
Buscando huesos y un poco de carne.
Por esto, manadas de perros
Llegaban al sitio para arrancar y romper,
Llevados por el hambre y el miedo,
Buscando por todas partes comida,
Peleando, luchando y buscando,
Dejando ver sus colmillos, gruñendo y aullando.
Esa casa era temible, aterradora,
Tan turbio era su aspecto.

En cada parte de ella
Había duendes y troles,
Yakshas y espíritus malignos
Que se alimentaban de carne humana
O de criaturas venenosas.
Los diversos pájaros y bestias maléficas
Enterraban proles, los encubaban y los cuidaban,
Cada uno escondiendo y protegiendo el suyo,
Pero los yakshas se superaban unos a otros
En su precipitación por alcanzarlos y comérselos,
Sus malvados corazones se volvían más feroces que nunca;
El sonido de sus riñas y peleas
Eran más que aterradoras.
Los demonios Kumbhanda
Se agachaban en terrones de tierra
O saltaban en una o dos patas
En el piso
Holgazaneando, vagando por aquí y por allá,
Distrayéndose ellos mismos, de acuerdo a sus caprichos.
Algunas veces agarraban a un perro por dos de sus patas
Y lo golpeaban hasta que había perdido la voz,
O incrustaban sus pies en el cuello del perro,
Aterrorizándolo para su propio deleite.
Otra vez había demonios
Con largos y altos cuerpos,
Desnudos en forma, negros y demacrados
Viviendo allí para siempre
Quienes llorarían en horribles fuertes gemidos
Gritando y exigiendo comida.
Había otros demonios
Cuyas gargantas eran como agujas,
O todavía otros demonios
Con cabezas como la cabeza de un buey,
Algunos se alimentaban de carne humana,
Otros devoraban a los perros,
Su cabello como hierba enredada,
Crueles, ceñudos, feroces,
Arrastrados por el hambre y la sed,
Se precipitaban de un lado al otro
Entre chillidos y aullidos.
Los Yakshas y espíritus hambrientos
Y los diversos pájaros y bestias maléficas
Hambrientos, se apiñaban hacia delante en todas las direcciones,
Esforzándose para ver hacia fuera por la ventana.
Tales eran los peligros de esta casa,
Amenazas y terrores más allá de lo imaginable.
Esta casa, vieja y decadente,
Pertenecía a un hombre en particular
Y ese hombre había permanecido allí
No había salido por mucho tiempo
Cuando un incendio,
De repente la casa prendió en fuego
En un momento desde los cuatro lados
Las llamas se alzaron masivamente.
Las vigas de los techos, de las paredes, los pilares y las columnas
Explotaron con un bramido, temblando, desprendiéndose,
Partiéndose en dos y viniéndose abajo
Mientras las paredes y tabiques se derrumbaban.
Los diversos espíritus y demonios
Levantaron sus voces en un gran lamento,
Los halcones, águilas y otras aves
Los demonios kumbhanda
Se llenaron de pánico y terror,
No imaginando cómo escapar.
Las aves salvajes y criaturas venenosas
Se escondieron en sus huecos y guaridas
Y los demonios pishacha,
Quienes también vivían allí,
Porque habían hecho tan poco, que estaban bien,
Fueron aplastados por las llamas
Y se atacaron unos a otros
Tomando sangre y engullendo pedazos de carne.
Los chacales y sus semejantes
Estaban ya muertos para este entonces
Y la más larga de todas las bestias maléficas
Competía para devorárselos a todos.
El humo viciado se arremolinaba en olas hacia arriba
Impregnando todos los espacios de la casa.
El cienpies y los milpieces,
Las serpientes venenosas y sus semejantes,
Chamuscados por las llamas,
Corrían a toda prisa para salir de sus guaridas.
Cosa que los demonios kumbhada aprovechaban
Para saltarles encima y comérselos.
En consecuencia, los espíritus hambrientos,
Con el fuego ardiendo hasta sus cabezas
Hambrientos, sedientos, atormentados por el calor,
Corrían de un lado al otro en pánico y confusión.
Tal era el estado de aquella casa,
Realmente aterradora y temerosa;
Malévolo daño, el caos del fuego-
Muchos males, no sólo uno, los afligieron.
Para este entonces el dueño de la casa
Estaba parado afuera de la puerta
Cuando escuchó a alguien decir,
“Hace un momento sus hijos,
Para poder jugar a sus juegos,
Entraron corriendo a la casa.
Están muy jóvenes y carecen de comprensión
Y quedaran atrapados en sus diversiones.”
Cuando el hombre rico escuchó decir esto,
Entró alarmado de prisa en la casa incendiada
Determinado a rescatar a sus hijos
Y salvarlos de morir quemados entre las llamas.
Instó a sus hijos a que lo siguieran,
Explicándoles los muchos peligros y riesgos,
De los espíritus maléficos y criaturas venenosas,
De las llamas esparciéndose por todas partes,
De la multitud de sufrimientos
Que seguiría a cada uno hasta no tener fin,
las serpientes venenosas, los lagartos y las víboras,
así como los demonios yakshas y kumbhanda.
Los chacales, zorros y perros,
Halcones, águilas, milanos, búhos,
Escarabajos de la tierra y criaturas similares
Arrastradas por el tormento del hambre y la sed,
Son cosas para temer verdaderamente.
Sus hijos no podían permanecer en un lugar tan arriesgado,
¡Menos aún si estaba ardiendo en llamas!
Pero los chicos no tenían comprensión alguna
Y aunque escuchaban las advertencias de su padre,
Continuaban absortos en sus diversiones,
No dando fin a sus juegos.
Para ése entonces el hombre rico
Pensó:
Mis hijos pueden estar comportándose de esta manera,
Acrecentando mi pena y mi angustia,
En esta casa al presente
No existe una sola alegría
Y aún así mis hijos,
Absortos en sus juegos
Rehúsan tomar en cuenta mis instrucciones
Y serán destruidos por el fuego!
Entonces se le ocurrió
Concebir algún medio hábil,
Y le dijo a sus hijos,
“tengo muchas clases
De raros y maravillosos juguetes,
Magníficos carruajes de piedras preciosas,
Carros cabras, carros ciervos,
Carruajes arreados por inmensos bueyes.
Están afuera tras la puerta ahora mismo
Deben salir para que los vean!
He diseñado estos carruajes
Explícitamente para ustedes.
Pueden escoger el que más prefieran,
Jugar con ellos cómo y cuanto quieran!
Cuando los hijos escucharon
Esta descripción de los carruajes,
En un solo salto competían unos con otros
Para salir estrepitosamente de la casa,
Hasta estar al aire libre
Lejos de todo riesgo y peligro.
Cuando el hombre rico vio que sus hijos
Habían escapado de la casa en llamas
Y que se encontraban parados en la encrucijada,
Se sentó en un trono en forma de león,
Felicitándose a sí mismo con las siguientes palabras:
“Ahora estoy feliz y contento.
Estos hijos míos
Han sido muy difíciles de criar,
Ignorantes, jóvenes, sin comprensión alguna,
Entraron a esa peligrosa casa
Llena de montones de criaturas venenosas
Y sus duendes atemorizantes.
Las llamas vivas del gran fuego
Que se alzaban a los cuatro lados,
Aún así esos hijos míos
Seguían absortos en sus juegos.
Pero ahora los he salvado,
He creado la causa para que escaparan del gran peligro.
Es esa la razón, Buenas personas,
Por la que estoy feliz y contento.”
En ese momentos los hijos,
Viendo al padre sentado cómodamente,
Fueron hacia él
Y le dijeron:
Por favor danos
Los tres tipos de carruajes preciosos
Que nos prometiste antes.
Dijiste que si salíamos de la casa
Nos darías tres clases de carruajes
Y que podríamos elegir el que más nos gustara.
¡Ahora es el momento
Para que nos los entregues!”
El hombre rico que tenía una gran fortuna
Y muchas bodegas y almacenes.
Con oro, plata, lapislazuli,
Conchas marinas, ágatas,
Y otras piedras preciosas similares
Diseñó grandes carruajes
Hermosamente decorados y adornados,
Con rejillas alrededor
Y campanillas colgando por todos lados
Con cordones de oro enroscados y entretejidos
Mantas perladas
Extendidas sobre el techo,
y flequillos hechos con flores de oro
Colgando de todas partes
Decoraciones multicolores
Rodeando y cercando los carruajes,
Suaves sedas y gasas
Sirviendo de cojines,
Con finos fieltros de la más magnifica elaboración
Valorados en miles de millones,
Emanando blancura y pureza
Para ser extendidas sobre los carruajes.
Había enormes bueyes blancos,
Elegantes, robustos, de magnifica fuerza,
Hermosos en forma,
Para tirar de los preciosos carruajes,
Y un gran número de mozos y guardacoches
Para hacer de acompañantes y protectores
Estos maravillosos carruajes,
El hombre rico, presentó ante cada uno de sus hijos por igual.
Los hijos para ese momento
Bailaban de alegría,
Subiéndose a los carruajes preciosos,
Conduciéndolos en todas las direcciones,
Deleitándose y divirtiéndose
Libremente y sin preocupaciones.
Te digo esto a ti Shariputra-
Soy como este hombre rico
Yo, el más venerable de las sagas,
Soy el padre de éste mundo
Y todos los seres vivientes
Son mis hijos.
Sin embargo, éstos están profundamente apegados a los placeres mundanos
Y carecen de mentes sabias.
No hay seguridad en el mundo triple;
Es como una casa en llamas,
Repleta de múltiples sufrimientos,
Que verdaderamente son de temer
En un asalto constante de penas y sufrimientos
De nacimiento, vejez, enfermedad y muerte,
Estos son como el fuego
Agitándose ferozmente sin cesar,
El Que Así Acontece ha partido ya
De la casa en llama del mundo triple
Y mora en tranquila quietud
en la seguridad del bosque y la llanura.
Pero ahora este mundo triple
Pasa a ser de mi dominio,
Y los seres vivos que lo habitan
Son todos mis hijos
Ahora este lugar
Es acosado por dolores y aflicciones.
Soy la única persona
Que puede rescatar y proteger a los demás,
Pero aún cuando les instruyo y enseño,
No aceptan ni creen en mis enseñanzas,
Porque, contaminados por los deseos,
Se han sumergido profundamente en la codicia y el apego.
Así que, empleo los medios hábiles,
Describiéndoles los tres vehículos,
Creando las causas para que todos los seres vivientes
Puedan comprender los sufrimientos del mundo triple,
Y entonces establezco el cuarto y expongo
El camino a través del cual puedan escapar del mundo.
Si estos hijos míos
Sólo se determinan a ello en sus mentes,
Podrían adquirir todos los tres conocimientos
Y los seis poderes transcendentales
Se convertirían en pratyekabuddhas
O en bodhisattvas que no tienen regresión.
Te digo esto a ti, Shariputra,
Por el bien de todos los seres vivientes
Empleo estos símiles y parábolas
Para predicar el único vehículo de Buda.
Sí, tú y los otros son capaces
De creer y aceptar mis palabras,
Entonces todos pueden estar seguros
De que alcanzarán el sendero del Buda
Este vehículo es sutil, maravilloso,
Más que en cualquier otra cosa, en su pureza;
A través de todos los mundos
Se mantiene insuperable.
El Buda se deleita en éste y lo aprueba,
Y todos los seres vivientes
Deberán rendirle devoción,
ofrecerle limosnas y obediencia
existen inconmensurables miles de millones
de poderes, emancipaciones,
meditaciones, sabidurías,
y otros atributos del Buda.
Pero si los hijos pueden obtener este vehículo,
Esto les permitirá
Durante el día y la noche por innumerables kalpas
Encontrar satisfacción constante,
Unirse a los bodhisattvas
Y a las multitudes de los que escuchan la voz
En el acto de montar este precioso vehículo
Para así proceder directamente a ir al lugar de la práctica.
Por estas rezones,
Aún cuando uno se consagre a seguir diligentemente
en el sentido de las diez direcciones,
No encontrará ningún otro vehículo
A excepción de cuando el Buda los transmita como medios hábiles.
Te digo a ti, Shariputra
Tú y los otros
Son mis hijos,
Y yo soy un padre para ustedes.
Por repetidos kalpas
Te has quemado en las llamas de los múltiples sufrimientos,
Pero yo los salvaré a todos
Y crearé las causas para que puedan escapar del mundo triple.
Aunque antes te dije
Que habías alcanzado la extinción
Era solo el final del nacimiento y de la muerte,
No era la extinción verdadera.


Lo que se requiere ahora
Es simplemente que adquieras la sabiduría de Buda.
Si hay bodhisattvas
Aquí en la asamblea,
Permíteles, con una única mente
Escuchar la verdadera Ley de los Budas.
Aunque los Budas, los Honrados por el Mundo,
Empleen medios hábiles,
Los seres vivientes, por ellos convertidos
Son todos bodhisattvas.
Si hay personas de insignificante sabiduría
Que profundamente sientan apego por el amor y el deseo,
Porque son de ese sendero
El Buda les predica la regla del sufrimiento.
De esa forma los seres vivientes experimentarán alegría en sus mentes
Habiendo obtenido lo que nunca antes tuvieron.
La regla del sufrimiento la cual el Buda predica
Es cierta y nunca se desvía.
Si hay seres vivientes
Que no pueden entender la raíz del sufrimiento,
Quienes viven profundamente apegados a las causas del sufrimiento
Y no pueden, ni por un momento, hacerlas a un lado,
Por que son de esta manera,
El Buda utiliza los medios hábiles para enseñar el camino.
En lo que respecta a la causa de todos los sufrimientos,
La raíz está en la codicia y el deseo.
Si la codicia y el deseo se erradican,
No habrá lugar donde morar.
Erradicar todos los sufrimientos-
Esta es llamada la tercera regla.
Por el bien de ésta regla, la regla de la extinción,
Uno practica el sendero.
Y cuando uno escapa de las ataduras del sufrimiento
Esto es llamado alcanzar la emancipación.
¿A través de cuales medios
Puede una persona alcanzar la emancipación?
Separándose a sí misma de la falsedad y de la ilusión
Esto por sí mismo puede ser definido como emancipación.
Pero si una persona no ha sido verdaderamente
Capaz de emanciparse a sí misma de todo,
Entonces el Buda dirá
Que el no ha alcanzado la verdadera extinción,
Porque tal persona
No ha obtenido aún el camino insuperable.
Mi propósito no es el de intentar
Crear la causa para que ellos alcancen la extinción
Yo soy el Rey del Dharma,
Libre de hacer mi voluntad con la Ley.
Traer paz y seguridad a los seres vivientes-
Esa es la razón por la cual vengo al mundo.
Te digo a ti, Shariputra,
Este sello de Dharma que llevo conmigo.
Predico porque deseo
Traer beneficios al mundo.
No debes tú imprudentemente transmitirlo
Donde quiera que ocurra que vagues.
Si hay alguien que la escuche,
Que responde con alegría y con gratitud la acepta,
Deberás saber que esa persona
Es un avivarika.
Si hay alguien que cree y acepta
La Ley de éste Sutra,
Esa persona ha visto ya
Los Budas del pasado,
Respetuosamente les ha ofrecido limosnas
Y ha escuchado de ellos esta Ley.
Si hay alguien que puede
Creer en lo que predicas
Esa persona me ha visto,
Y también te ha visto a ti
Y ha visto a los otros monjes
Y a los bodhisattvas.
Este Sutra del Loto
Es predicado por aquellos de sabiduría profunda.
Si personas de superficial entendimiento la escuchan,
Quedarán perplejos y no lograrán comprender.
Mientras que para los que escuchan la voz
Y los pratyekabuddhas
En este sutra hay cosas
Que van más allá de sus poderes.
Aún tú, Shariputra,
En el caso de este sutra
Donde sólo puede ganarse la entrada únicamente a través de la fe.
Cuanto más, entonces, los otros que escuchan voz
Aquellos otros que escuchan la voz
Es acaso porque tienen fe en las palabras de Buda
Que pueden acceder a este Sutra,
Y no por sabiduría propia.
Además, Shariputra,
Para personas que son arrogantes o flojas
O que viven demasiado ocupadas con sus propios puntos de vista,
No predican este sutra.
Aquellos con una comprensión superficial de las personas comunes,
Que viven profundamente apegadas a los cinco deseos,
No pueden comprenderlo cuando lo escuchan.
No prediques para ellos.
Si una persona ha fracasado en la fe
Y además calumnia este sutra,
Inmediatamente destruirá todas las semillas
Que le permitieran convertirse en un Buda en este mundo.
O tal vez frunza el ceño con la frente arrugada
Y abrigue la duda o la confusión.
Escucha, y yo le diré:
El castigo que esta persona deberá pagar.
Sea que el buda esté aún en este mundo
O haya entrado ya en la extinción,
Si esta persona calumnia,
Un sutra como éste,
O al ver a aquellos que lo leen, recitan,
Copian y elevan este sutra
Deban despreciar, odiar, envidiar,
O guardan rencor contra ellos,
La pena que deberá esta persona pagar
Escucha, te lo diré ahora:
Cuando esta vida llegue a su fin
Entrará en el infierno de Avichi,
Será confinado allí por todo un kalpa completo,
Y cuando el kalpa haya finalizado, volverá a nacer.
Se mantendrá repitiendo este ciclo
Por incontable numero de kalpas,
Aunque puede emerger del infierno,
Caerá en el reino de las bestias,
Convirtiéndose en un perro o un chacal,
Su forma delgada y desaliñada,
Oscura, desteñida, con costras y dolores,
Algo para que los hombres puedan hacer burla de ello.
O también será
Odiado y despreciado por los hombres,
Constantemente plagados por el hambre y la sed,
Sus huesos y carne se secarán,
En vida sobrellevando tormentos y privaciones
En muerte enterrado bajo las baldosas y las piedras.
Porque cortó las semillas de la Budeidad
Sufrirá sus castigos.
Si se convirtiera en camello
O si naciera en la forma de un mono,
Su cuerpo constantemente aguantaría cargas muy pesadas
Y tendría el palo o el látigo golpeándole.
No pensaría en nada más que en el agua o en la hierba
Y no sería capaz de comprender otra cosa.
Y porque él calumnió este sutra,
Este es el castigo que provocará,
Nacerá como chacal
Que vienen a los pueblos
Llenos de costras y dolores,
Teniendo sólo un ojo para ver,
Por los chicos
Golpeados y abofeteados,
Sufriendo la pena y el dolor,
Algunas veces hasta la muerte.
Y después de haber muerto
Nacerá otra vez en el cuerpo de una serpiente,
Larga y enorme en tamaño,
Midiendo unos cinco mil vojanas,
Sorda, tonta, sin pies,
Deslizándose sobre su propio vientre,
Con pequeñas criaturas
Mordiéndole y alimentándose de él,
Pasando privaciones durante el día y la noche,
No conociendo jamás el cansancio.
Porque él calumnió este sutra,
Este será el castigo que deberá sufrir.
Si debiera convertirse en ser humano,
Sus facultades serán plagadas y lerdas,
Será enclenque, horrible, torcido, lisiado,
Ciego, sordo, jorobado.
Las cosas que él diga
No serán creídas por nadie,
El aliento proveniente de su boca será constantemente viciado,
Será poseído por demonios,
Pobre y lentamente,
Recibirá órdenes de otros,
Plagados por muchos achaques, delgado y demacrado,
No teniendo nadie a quien acudir.
Aunque él se apegue a los demás,
Estos nunca pensarán en él;
Aunque pueda obtener algo,
Lo perderá o lo olvidará en un instante.
Aunque practique el arte de la medicina
Y por sus métodos cure la enfermedad de otra persona,
La persona se enfermaría aún más de cualquier otro mal
Y posiblemente al final moriría.
Si él mismo tuviera alguna enfermedad,
Nadie lo ayudaría o asistiría,
Y aunque se tomara una buena medicina,
Sólo conseguiría agravar su condición.
Si otros se volvieran contra él,
Se encontraría a sí mismo robado y saqueado.
Sus pecados serían tales
Que atraerían desastres inesperados sobre él.
Una persona pecaminosa de esta clase
Nunca verá al Buda,
El Rey de las muchas sagas,
Predicando la Ley, enseñando y convirtiendo.
Una persona pecaminosa de esta clase
Nacerá constantemente entre dificultades,
Demente, sorda, con una mente confusa,
Y nunca será capaz de escuchar la Ley.
Por incontables kalpas
Tan numerosos como los granos de arena del Ganges
Al momento de nacer se volverá lerdo y sordo,
Sus facultades resultarán dañadas
Constantemente morará en el infierno,
Se paseará por el, como si fuera un jardín,
Y a los otros caminos nefastos de la existencia
Llegará a verlos como a su propio hogar.
Camello, mono, cerdo, perro-
Estas serán las formas de vida que él tomará.
Porque él calumnió este sutra
Este es el castigo que él habrá de merecer.
Si él se convirtiera en un ser humano,
Sería sordo, ciego, lerdo.
Pobreza, deseo, toda clase de decadencia
Será su adorno;
Ampollas, diabetes,
Ronchas, dolores, ulceras,
Males tales como éstos
Serán sus prendas.
Su cuerpo siempre olerá mal,
Sucio e impuro.
Profundamente apegado a sus propios puntos de vista,
Crecerá en ira y odio;
Flameante de lascivos deseos,
No rechazará ni siquiera a las aves, ni a las bestias,
Porque él calumnió este sutra,
Este será el castigo que deberá sufrir.
Te digo Shariputra,
Si yo tuviera que describir las torturas que caen
Sobre aquella persona que calumnie este sutra
Podría agotar todo un kalpa sin haber acabado aún.
Por esta razón
Expresamente te digo ésto a ti,
No prediques este sutra
A personas que no tienen ninguna sabiduría.
Pero si estuvieran aquellos de agudas capacidades,
Sabios y comprensivos,
De mucho aprendizaje y de gran memoria,
Que buscan el sendero del Buda,
Entonces a personas como estas
Es permisible predicar.
Si hay personas que han visto
Cientos y miles y millones de Budas
Que han plantado muchas buenas semillas
Y que están firme y profundamente comprometidas en mente,
Entonces a personas como estas
Es permisible predicar.
Si hay personas que son diligentes,
Constantemente cultivando una mente compasiva,
No envidiando la vida o a ninguno de sus miembros
Entonces es permitido predicar.
Si hay personas respetuosas, reverentes
Con mentes enfocadas en nada más,
Que se separan a sí mismos de la común insensatez
Para vivir en la soledad entre las montañas y las aguas,
Entonces a personas como estas
Es permisible predicarles la Ley.
Nuevamente, Shariputra
Si ves a una persona
Que hace a un lado a malos amigos
Y se asocia con buenos acompañantes,
Entonces a una persona como esta
Es permisible predicarle la Ley.
Si ve usted a un hijo de Buda
Observar los preceptos, limpio y sin máculas
Tan puro como una gema resplandeciente
Buscando el Gran Vehículo del Sutra,
Entonces a una persona como esta
Es permisible predicarle la Ley.
Si una persona carece de ira,
Honrado y de naturaleza amable,
Constantemente mostrando compasión hacia todos los seres,
Respetuosa y reverente hacia los Budas,
Entonces a una persona como esta
Es permisible transmitirle la Ley.
Nuevamente, si un hijo de Buda
En medio de la gran asamblea
Debiera, con una mente pura
Emplear varias causas y condiciones,
Símiles, parábolas, y otras expresiones
Para predicar la Ley en irrestricto modo,
A una persona tal como esta
Es permisible predicarle la Ley.
Si hay monjes quienes,
Por el bien de la comprensión de la sabiduría,
Buscan la Ley en toda dirección,
Uniendo las palmas de sus manos, agradecidamente aceptando,
Deseando solo aceptar y abrazar
El sutra del Gran Vehiculo
Y no aceptar un solo verso
De los otros sutras
A una persona como esta
Es permisible predicarle la Ley
Si una persona, de mente seria,
Busca este sutra
Como si él estuviera buscando las reliquias de Buda,
Y habiéndolo encontrado y agradecidamente aceptado,
Esta persona muestra que no tiene intención
De buscar otros sutras
Y nunca antes ha abrigado un solo pensamiento
A las escrituras de las doctrinas no Budistas,
A una persona como esta
Es permisible predicarle la Ley
Te digo Shariputra,
Si yo describiera todas las características
De todos aquellos que buscan el sendero del Buda,
Podría agotar todo un kalpa y no habría acabado aún.
Personas de esta naturaleza
Son capaces de creer y comprender.
Por lo tanto, para ellos debes predicar
El Sutra del Loto de la Maravillosa Ley.


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